- Lo más importante es ver la cantidad de ingredientes que lleva el producto, mientras contenga más de 5, suele ser más procesado y es mejor no consumirlo o hacerlo con muy poca frecuencia.
- El orden de los ingredientes es reflejo del que se encuentra en mayor cantidad, siendo el primero por lo general el más abundante. Mientras menos cosas añadidas diferentes al producto principal tenga (azúcares, grasas, aditivos especiales, espesantes) es de mejor calidad.
- Los azúcares añadidos pueden estar disfrazados con otros nombres: Sacarosa, Fructosa, Dextrosa, Maltodextrinas, Jarabe de maíz, Sirope de agave, Polialcoholes.
- Debemos fijarnos que hay un valor relacionado a 100 g del producto y otro a la porción que suele ser menor.
- No debemos obsesionarnos con los gramos de grasas saturadas, trans, azúcares libres o cantidad de calorías que tenga un producto, pero si saber que se considera alto por ejemplo:
- Azúcar: Un producto tiene alto nivel de azúcar si tiene más de 10 g por cada 100 g y bajo menos de 2 g de azúcar por cada 100 gramos.
- Grasas saturadas: Es aconsejable consumir productos que tengan menos de 1 g de grasas saturadas por porción.
- Grasas trans: Lo ideal es consumir lo menos posible de grasas trans, idealmente los alimentos deben ser libres de ácidos grasos trans o tener menos de 0,5 gramos.
- Sodio: hasta 140 mg por porción como máximo. Alto es 1 g de sal/ 500mg de sodio por 100 g de producto.
- Fibra: un producto con buena proporción de fibra debe contener aproximadamente 10 gramos de fibra por cada 100 gramos de producto.