El agua es el principal componente del cuerpo humano ya que constituye alrededor del 60% de
nuestro peso corporal, y puede proceder de:
- Líquidos de bebida.
- Los alimentos.
- El metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.
El agua cumple diversas funciones en nuestro organismo:
- Disuelve todos los líquidos corporales y las secreciones (sangre, linfa, heces, orina…)
- Transporta los minerales, las vitaminas o la glucosa.
- Elimina las toxinas que producen nuestros órganos.
- Regula nuestra temperatura corporal.
- Colabora en la digestión.
- Lubrica nuestras articulaciones.
Nuestro cuerpo pierde agua constantemente, aproximadamente unos 2 litros al día, y aquí
está la explicación a la pregunta ¿por qué es tan importante una buena hidratación? A la vez
que perdemos agua también perdemos electrolitos y minerales importantes (como sodio,
potasio, calcio…) Por lo tanto, si no reponemos los líquidos que perdemos es posible entrar en
“deshidratación”.
¿Qué consecuencias negativas puede tener? El nivel de agua que contiene nuestra sangre va a
disminuir, dificultando por tanto su circulación, y esto hará que nuestros órganos y músculos
reciban menos nutrientes y oxígeno del que necesitan para funcionar correctamente. Las
mujeres embarazadas o en periodo de lactancia presentan un riesgo de deshidratación mucho
mayor, ya que las necesidades del cuerpo se amplían.
Conclusión; los expertos recomiendan beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día para cubrir las
necesidades y estar siempre correctamente hidratados.